Proteger a los niños y niñas rohingya que llegan a Bangladesh.
Desde finales de agosto, 688.000 personas de la comunidad rohingya, de los que más de la mitad son niños, han tenido que huir de una violencia brutal en Myanmar. Llegan a Bangladesh traumatizados tras un peligroso viaje para vivir en casas de plástico y palos, sin acceso a agua, salud ni ningún otro servicio básico.
Además, ahora es época de ciclones e inundaciones en Bangladesh y la zona geográfica donde están viasentados los Rohingya es particularmente propensa a este tipo de fenómenos meteorológicos, lo que puede dejarles sin alimentos ni agua para beber y provocarles enfermedades como el cólera.
En UNICEF trabajan para proporcionarles refugio, alimentos, agua potable, saneamiento y atención médica.
Niños rohingya: un futuro incierto
- Hambrientos y cansados: los niños y sus familias llegan a Bangladesh en un estado de salud física y emocional crítico. Están cansados y solo algunos llevan pequeños sacos con las escasas posesiones que han podido salvar. Encontrar comida y agua es su mayor preocupación.
- Enfermedades: las condiciones higiénicas son precarias y no hay atención sanitaria. Esto es un caldo de cultivo para que los niños enfermen. El riesgo de brotes de cólera y sarampión son las mayores amenazas.
- Tifones: las fuertes lluvias que se prevén por la llegada de la temporada de tifones pueden inundar los campamentos de refugiados, lo que aumentaría el riesgo de contraer enfermedades y obligaría al cierre de clínicas y centros de aprendizaje.
- Desnutrición: más de medio millón de personas necesitan atención nutricional, y se estima que más del 25% de los niños rohingya que viven en los campamentos de refugiados tienen desnutrición.
- Educación interrumpida: si la situación no mejora, los niños pasarán la mayor parte de los años de su formación en campamentos temporales. Unos 453.000 niños rohingya de entre 4 y 18 años necesitan recibir educación y continuar sus estudios.
- Desprotegidos ante la violencia: niños, adolescentes y mujeres se enfrentan a altos niveles de violencia física y sexual, trabajo infantil, matrimonio infantil y otras formas de abuso y explotación. Miles de niños han llegado solos y están expuestos, aún más, a sufrir violencia, abusos y malos tratos.
Facilitar atención médica a los niños y niñas rohingya:
- Vacunar contra el cólera, el sarampión, rubeola y otras enfermedades.
- Capacitar el personal para identificar cólera de manera temprana.
- Asegurar que existan puntos con servicios de rehidratación oral con suficientes equipos y medicamentos en caso de que aparezca un brote.
UNICEF podrá vacunar a 10.300 niños y niñas contra el cólera y otras enfermedades.
